Fertilización del Olivo

Para el olivo es fundamental el Boro ya que asegura una abundante floración y cuajado, y es un cultivo sensible a la carencia de este micronutriente. También tiene gran importancia el Azufre y el Magnesio ya que intervienen en procesos relacionados con la cantidad y calidad de la cosecha.

Nitrógeno

Es el elemento más importante en la fertilización del olivo, favoreciendo la actividad vegetativa y desarrollo del olivo, así como su influencia en la asimilación del resto de nutrientes.

Fósforo

Interviene en los procesos bioquímicos de la planta, acelera la maduración, mejora la floración y el cuajado. La respuesta del olivo a la fertilización Fosfórica es más tardía y menos vistosa que para el caso del Nitrógeno, pero no por ello es menos importante, ya que la mayoría de los suelos en donde se cultiva el olivo son suelos calizos, con Fósforo bloqueado que las plantas no pueden asimilar.

Potasio

Al igual que el Fósforo interviene en la mayoría de los procesos bioquímicos de las plantas fundamentalmente en el transporte de azucares junto con el Boro. El Potasio esta siempre ligado a la calidad del fruto, además el Potasio actúa como regulador del exceso de Nitrógeno. Las necesidades de Potasio son más elevadas que para el Nitrógeno. En los suelos arcillosos en época de sequía el Potasio puede fijarse fuertemente a las arcillas e impedir su absorción por el cultivo.

Azufre

Es un nutriente esencial para el olivo, con unos requerimientos por parte del cultivo similares a los de Fósforo. Participa en las actividades metabólicas y en la formación de proteínas (es constituyente de los aminoácidos). Además el Azufre tiene una estrecha relación de sinergismo con el Nitrógeno, o dicho de otra manera, el Azufre mejora la absorción del Nitrógeno. La carencia de Azufre se manifiesta con un amarilleamiento de las hojas, disminución en el rendimiento, menor calidad de la aceituna, y mayor susceptibilidad a enfermedades. Todo esto nos permite señalar que la restitución del Azufre al suelo hay que considerarla dentro de un plan de fertilización junto con la de otros nutrientes.

Magnesio

Interviene en la mayoría de los procesos vitales de la planta, en la formación de los hidratos de Carbono y forma parte de la clorofila. Ejerce un efecto favorable en la formación de proteínas y vitaminas. Aumenta la resistencia del olivo ante un medio adverso (frío, sequía, enfermedades, etc.). Ayuda a la absorción del Fósforo. Favorece la fijación del Nitrógeno. Es muy móvil, se acumula igual que el Potasio en los frutos y órganos de reserva. La mayoría de los suelos agrícolas son de bajo contenido en Magnesio.

Boro

Es un micronutriente esencial para el olivo, debido a la influencia que ejerce en diferentes procesos fisiológicos, especialmente en la formación de la pared celular. Interviene en el transporte de glúcidos y es fundamental en la floración y el cuajado, causando su carencia frutos deformes. La carencia de Boro es más probable en suelos calizos.

Hierro

Es otro micronutriente importante en el olivo ya que es necesario para la síntesis y el mantenimiento de la clorofila en las plantas, además de ser componente esencial de muchas enzimas. Su carencia se manifiesta por la característica clorosis internerval en las hojas.

Calcio

Es esencial para el olivo, y no debemos asumir que al tener un suelo calizo el olivo pueda asimilarlo, ya que este Calcio puede estar en formas insolubles, con lo que tendremos que estar atentos a los síntomas de carencia de Calcio que se manifiesta con una intensa clorosis de las hojas en la zona apical, hojas viejas de color amarillo anaranjado, incluso con zonas necrosadas.

Recomendaciones de fertilización

 A lo largo del ciclo de cultivo: