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MIRAT Fertilizantes preocupada por ofrecer los fertilizantes químicos más avanzados ha estado siempre pendiente de las nuevas tecnologías de cada época.
Así, en 1963 se instaló en Salamanca la tecnología necesaria adquirida en Suiza para producir fertilizantes mediante reacciones químicas consiguiendo los abonos complejos cuando en España no se disponía de esta técnica, siendo, por tanto, el primer fabricante nacional.
Juan Casimiro Mirat decide dedicarse al estudio de la fabricación de abonos químicos en la que tiene fundadas grandes esperanzas. Sin abandonar las tareas tradicionales de la empresa, el negocio del abono se convertirá en menos de un lustro en la actividad principal de Mirat e Hijo.
El 12 de septiembre se pone en funcionamiento la fábrica de abonos y ácidos. En ésta se lleva a cabo todo el proceso industrial para llegar al producto final: el superfosfato. Destacan la fabricación propia de ácido nítrico y, sobre todo, ácido Sulfúrico mediante el empleo de una torre Glover y dos Gay-Lussac. Tres años después será necesaria una primera ampliación levantándose la segunda nave de cámaras de plomo para el ácido Sulfúrico.
En su búsqueda de materias primas Hijos de Mirat recurre a las minas de Fósforo más importantes de España en ese momento, el filón Costanza de Logrosán. Mal explotado y pésimamente comunicado, sin embargo, Mirat apuesta por la explotación de este yacimiento extremeño. Con ello intenta evitar las costosas importaciones de Fosforita desde el Magreb y La Florida. La apuesta resulta un gran acierto cuando se interrumpen las importaciones a España con motivo de la Primera Guerra Mundial.
La bonanza permite una nueva ampliación y modernización de la fábrica. Un apartadero la conecta directamente con el ferrocarril, se construye la tercera nave de cámaras de plomo y la adquisición del edificio de Guadalupe optimiza la capacidad de almacenaje. Un hito importante es la introducción de motores eléctricos en 1916.
Los años veinte se caracterizan por crisis y estancamiento del sector de abonos, al que no es ajeno Mirat. En su empresa destaca como novedad solo la creación de una pequeña factoría de Fluosilicato.
El primer gran reto al que se enfrenta la recién creada S. A. Mirat es la construcción de los nuevos hornos. Significa la sustitución de 16 hornos Maletra de atención manual por dos hornos Hércules mecánicos. Extraen de las piritas el Azufre, materia básica para la producción del ácido Sulfúrico.
Los años cuarenta son tiempos de escasez de recursos. Hasta finales de la década son constantes los problemas de suministro eléctrico y el abastecimiento de Fosforita no está garantizado. El momento más crítico se produce cuando la fábrica de abonos tiene que cerrar sus puertas durante 336 días entre el 18 de junio de 1946 y el 19 de mayo de 1947 por la ausencia absoluta de importaciones de fosforita. Este mismo año se había cerrado definitivamente la mina Costanza de Logrosán.
Los inicios de los años cincuenta devuelven el optimismo a la empresa. En este año se cierra la ‘calle de cámaras’ para convertirla en una cuarta nave de cámaras de plomo. Un tercer horno Hércules para la tostación de piritas garantiza a partir de este momento una mayor continuidad del proceso productivo. Siete años más tarde se levantaría el cuarto horno. En 1953 se había instalado la cámara eléctrica y una primera torre Gaillard, a la que seguiría una segunda un año después.
En septiembre sale de Mirat la primera partida de Abonos Complejos Granulados. Mirat había adquirido la patente “Duetag” en Basilea, que utiliza plato granulador, por 500.000 pesetas más 1.000.000 por la maquinaria. El montaje de dicha fábrica se realiza en menos de un año. El producto salió a la venta con el nombre de FORTERRA. Su éxito supone un punto de inflexión en el mercado de los fertilizantes ya que el superfosfato simple va cediendo terreno frente a las nuevas fórmulas N-P-K de abonos complejos. Los resultados fueron muy satisfactorios pensando en la conveniencia incluso de montar un segundo plato granulador al año siguiente.
La crisis del petróleo afecta especialmente al sector de fertilizantes de la industria española. En Mirat no se llegan a registrar pérdidas, disponiendo de un fondo de previsión de inversiones que les permite una constante mejora y adaptación de la maquinaria de abonos complejos en cuanto a pesaje, dosificación, granulación, etc. Sin embargo, se hace cada vez más evidente la obsolescencia de la fábrica de ácidos.
La entrada de España en la Comunidad Europea supone la liberalización de las importaciones de fertilizantes lo que hace necesario un plan de reconversión de este sector para proporcionarle competitividad. Se produce una concentración importante en manos de una sola empresa, siendo Mirat una de las pocas que se mantienen independientes. Una de sus ventajas competitivas es la de estar implantada en una zona consumidora.
El día 12 de abril se deja de producir el ácido Sulfúrico después de hacerlo durante 83 años. Resulta más barato comprar el H2SO4 que fabricarlo. Producir ácido sulfúrico llegó a tener un valor simbólico cuando a mediados del siglo XX uno de los índices de desarrollo de una nación se medía por su capacidad de elaborar este compuesto químico.
Se inaugura una planta de cogeneración que fue ideada con la doble finalidad de utilizar una energía más limpia que el fueloil para el secadero de la fábrica de abonos complejos, como es el gas natural y, a la vez, más económica, pues al tiempo de generarse el calor se produce energía eléctrica para el autoconsumo y para su venta.
Mirat comienza a introducirse en el incipiente mercado del consumo doméstico de jardinería. Desarrolla una gama concreta que bajo la marca VITATERRA engloba productos orientados para floristería, ornamentación, etc. en forma de fertilizantes sólidos, abonos líquidos y tierras.
Concesión de los certificados ISO 9001 de Calidad e ISO 14001 de Medio Ambiente.
Creación de la sección Mirat Fertilizantes S.L.U. dentro de la estructura empresarial de Mirat. Su actividad comprende las ramas de fertilizantes, jardinería y cogeneración. Sus instalaciones siguen ocupando, en la ciudad de Salamanca, los solares que Mirat ha ido incorporando a su actividad fabril desde 1874.
Su producto principal sigue siendo el de los últimos 52 años N-P-K Forterra.
Ha ido incorporando en los últimos años todas las investigaciones científicas encaminadas a una mayor sofisticación de su gama de fórmulas.
Mirat Fertilizantes S.L. es beneficiaria de las subvenciones dirigidas a impulsar la ciberseguridad industrial en Castilla y León en el año 2023 de la Consejería de Empleo y Empresas de la Junta de Castilla y León en el proyecto 2023/CIBERSEG/027.
Mirat Fertilizantes S.L. es beneficiaria de las subvenciones dirigidas a impulsar la ciberseguridad industrial en Castilla y León en el año 2024 de la Consejería de Empleo y Empresas de la Junta de Castilla y León en el proyecto CIBERSEGU/24/013.