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Patata

Patata

La patata es un cultivo muy esquilmante; extrae gran cantidad de nutrientes, debido a sus altas producciones. Se adapta bien a los diferentes tipos de suelo, siempre que tenga una estructura aceptable, aunque prefiere los pH ácidos.

El abonado de la patata influye el tipo de variedad (ciclo y destino) y por ejemplo en zonas de patata de siembra tenemos que ir a equilibrios más altos en fósforo, ya que el fósforo favorece la tuberización que es lo que vamos buscando.

El ciclo vegetativo de la patata puede dividirse en 3 periodos: germinación, crecimiento vegetativo y tuberización, en los que las necesidades climatológicas y nutritivas son muy diferentes.

Cultivos

Fertilización de la Patata

Dado el rápido desarrollo del cultivo, la absorción de los elementos nutritivos se efectúa en un periodo muy corto de tiempo (aproximadamente 60 días) lo que exige velocidades diarias de absorción muy importantes sobre todo de Nitrógeno y de Potasio, lo que nos obliga a mantener el suelo con un alto nivel de fertilidad. La mayor parte de la absorción total de nutrientes se realiza durante el crecimiento vegetativo hasta floración. La patata tiene especial avidez por el Nitrógeno y el Fósforo.

Nitrógeno

Influye en el desarrollo foliar, lo cual determina la capacidad posterior de síntesis de hidratos de Carbono y por tanto el rendimiento en fécula. Un aporte de nitrógeno a partir de la floración estimula la producción de gliberelinas, lo que implica, al variar el equilibrio de fitohormonas, la interrupción de la tuberización. Existiendo una clara correlación negativa entre la disponibilidad de Nitrógeno después de la floración y la tuberización, por lo que es importante que la aplicación del Nitrógeno no sea tardía para no perjudicar la tuberización y provocar un excesivo crecimiento vegetativo. El momento de mayores necesidades de Nitrógeno se sitúa entre los 50-80 días después de la plantación. En patata para siembra no es conveniente fraccionar la dosis de Nitrógeno.

Fósforo

Determina el desarrollo del sistema radicular e influye en el número de tubérculos por planta. Aumenta la riqueza en fécula y la concentración de almidón. Una adecuada Fertilización con Fósforo mejora la calidad y aumenta la resistencia de la planta frente a condiciones adversas. Su carencia provoca disminución de la tuberización y del crecimiento de tallos y hojas, que adquieren colores rojizos.

Potasio

Es el nutriente adsorbido en mayor cantidad, su influencia en el desarrollo vegetativo de la planta es muy grande, aumenta la fijación de energía solar lo cual se traduce en una mayor síntesis de hidratos de Carbono. También influye favorablemente en el tamaño de los tubérculos y en la resistencia a enfermedades.

Azufre

Igual que para el resto de los cultivos; además de su importancia como nutriente hay que destacar la importancia de la relación de sinergismo con el Nitrógeno, y la acidez puntual que provoca en el suelo favoreciendo la absorción de otros nutrientes, lo que en el caso de la patata cobra más importancia al necesitar el cultivo pH ácidos. Activa numerosos procesos enzimáticos. La deficiencia de azufre produce clorosis generalizada, pudiéndose confundir con la carencia de Nitrógeno, este amarilleamiento en el caso del azufre afecta a las hojas más jóvenes.

Magnesio

Como constituyente de la clorofila realiza un papel importante en la fotosíntesis, influyendo notablemente en el crecimiento. Interviene junto con el calcio en la hidratación celular, presión osmótica, procesos de fosforilación y activa numerosos procesos enzimáticos. Su carencia se manifiesta con necrosis entre los nervios de las hojas más viejas y amarilleamiento del resto de las hojas. Hay que prestar especial atención al equilibrio del Magnesio con el calcio y el Potasio por la relación de antagonismo que presentan estos con el Magnesio.

Boro

Influye favorablemente en el tamaño de los tubérculos y en la resistencia a enfermedades. Su deficiencia se traduce en tubérculos pequeños y muerte de la yema termina, lo que provoca un crecimiento retardado y anormal y en casos graves la paralización del desarrollo.

Manganeso

Influye en el metabolismo de los hidratos de Carbono y por tanto un mayor rendimiento en fécula. La patata es un cultivo sensible a la carencia de Manganeso.

Zinc

Si bien es necesario en cantidades mínimas, su contenido en la mayoría de los suelos de Castilla y León es escaso con lo que es posible que nos aparezcan carencias, cuyos síntomas son clorosis en hojas.

Hierro

Influye en la formación de la clorofila, y en el metabolismo del Nitrógeno.


No debemos olvidar que los nutrientes tienen que estar en equilibrio unos con otros para que no se produzcan antagonismos entre ellos, además debemos tener en cuenta las leyes de la fertilización que nos dicen que el exceso de un nutriente no puede compensar la deficiencia de otro, y que el nutriente que nos limita la producción es el que está en menor proporción. Y desde el punto de vista sanitario sabemos que un exceso de Nitrógeno o la carencia de Potasio hacen que la planta sea más sensible al ataque de plagas y enfermedades, y aguantan peor la conservación. Una adecuada fertilización en Fósforo minimiza los posibles riesgos de un exceso de Nitrógeno, y el efecto beneficioso que tiene el azufre en la sanidad del cultivo.

Destino producciónSuelos equilibrados
8-15-15
7-10-15
Suelos bajos en Fósforo
8-24-8
8-24-16
Suelos bajos en Potasio
9-18-27
8-8-24 2Mg
7-10-24
5-10-20
Cobertera
Nitrosulfam46
Patata temprana 1.100 – 1.200 1.000 – 1.200 1.000 – 1.200 500
Patata de consumo 1.200 – 1.300 1.000 – 1.100 1.100 – 1.300 500
Patata para industria 1.500 – 1.600 1.200 – 1.400 1.400 – 1.600 600
Patata para siembra 1.100 – 1.300 1.000 – 1.200 1.100 – 1.200 0